viernes, 19 de febrero de 2010

Al hombre le aterra la idea de tener un lado oscuro, compuesto no sólo de pequeñas debilidades y flaquezas, sino de un dinamismo verdaderamente demoníaco. El individuo apenas es consciente de esto ; y para él, como individuo, es algo inconcebible que en determinadas circunstancias pudiera trascenderse a sí mismo. Pero dejad que estas criaturas inocuas conformen una masa, y de ella emergerá un monstruo colérico; cada individuo será sólo una insignificante célula del cuerpo del monstruo, de manera que, para bien o para mal, deberá acompañarlo en sus cruentos saqueos e incluso prestarle toda su ayuda. La mera y tenebrosa sospecha de estas funestas posibilidades, lleva al hombre a hacer la vista gorda con el lado oscuro de la naturaleza humana.

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